miércoles, 5 de octubre de 2011

Revaloricemos el juego


Hoy leí un artículo interesantísimo que forma parte de la experiencia 1 @ 1 en el colegio Sarmiento, llevada adelante por el Prof. Alejandro Piscitelli. Los alumnos de 4to. y 5to. año del secundario trabajan con netbooks y un modelo innovador, que hace mucho ruido. Su estrategia se inspira en la idea de juego completo, y bien vale la pena leer la crónica completa Leer más ...
Esta idea del juego me hizo reflexionar, al igual que el título del libro de Perkins "El aprendizaje pleno".  





La escuela tiene un problema con el juego,  eso tenemos que admitirlo. Rápidamente abandonamos  las prácticas que se llevan a cabo en el jardín de infantes, donde desde muy pequeños los niños  tienen la posibilidad de  compatir, construir, experimentar, colaborar  y sobretodo  jugar en el marco de un proyecto.  Adrián Paenza cuestiona en TEDxJoven@RiodelaPlata por qué si estimulamos a los chicos desde que nacen a comunicarse, a moverse,  a caminar, y todo mediante el juego; a partir de los 6 años, cuando entran a la escuela, queremos que hagan silencio, que se sienten... y que no jueguen más!!! qué contradicción la nuestra!  
En este sentido, las posibilidades que la tecnología nos brinda son infinitas y con aplicaciones pedagógicas reales que contribuyen al aprendizaje, a la socialización y al entretenimiento.   Aliento a mis colegas a volver al jardín de infantes,  disponer los bancos como entonces, armar estaciones donde los alumnos puedan crear y desarrollar diversas habilidades, encender sus talentos, colaborar en grupos y jugar, jugar y jugar, integrando los recursos tecnológicos que tengamos a nuestro alcance.  Porque jugando no sólo se aprende... también se recupera la vocación.




"No dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar» G.B.Shaw

2 comentarios:

Mariana dijo...

Muy lindo tu escrito, y da varios motivos para reflexionar. Gracias Gaby.

Mariana R.

Gaby dijo...

Les presento a Mariana, la maestra de grandes anteojos con forma de corazón. Por jugar con sus alumnos y la Realidad Aumentada se va a España a recibir su premio. ¡Sigamos jugando Marian!