Presentar el material, hacerlo comprensible y, además, hacerlo atractivo y breve para que los oyentes sean capaces de sostener la atención es un todo un desafío. Acá comparto 3 consejos de Katie Lepi.
UNO: ¡HAZLO DINÁMICO!
No pongas un montón de palabras en una página: no es un .doc, no es un .pdf... ¡No es un texto! Usa colores adecuados, que contrasten y complementen, gráficos para destacar puntos importantes, diferentes tamaños de texto, diagramas... Pero que toda esa integración multimedia no afecte a su legibilidad y claridad.
DOS: ¡HAZLO SIMPLE!
No sobrecargues, como hemos dicho. No uses demasiadas fuentes diferentes, colores, sonidos, animaciones y otros elementos que, más bien, marean, confunden y distraen.
Mantén la cantidad de información de cada diapositiva al mínimo: no más de 6 líneas como reglas general, con 7 palabras por línea.
El diseño debe ser coherente: fija un tema y un patrón y cúmplelo hasta el final.
TRES: ¡ENFOCA!
Aunque los debates en clase son geniales y sirven para elaborar ideas, las discusiones pueden derivarse en muchas direcciones mientras tanto: todas son importantes y diferentes. Pero esto no es el objetivo de la presentación: cuida muy bien su enfoque y que refleje ideas centrales y clave, sin divagar.
No pongas un montón de palabras en una página: no es un .doc, no es un .pdf... ¡No es un texto! Usa colores adecuados, que contrasten y complementen, gráficos para destacar puntos importantes, diferentes tamaños de texto, diagramas... Pero que toda esa integración multimedia no afecte a su legibilidad y claridad.
DOS: ¡HAZLO SIMPLE!
No sobrecargues, como hemos dicho. No uses demasiadas fuentes diferentes, colores, sonidos, animaciones y otros elementos que, más bien, marean, confunden y distraen.
Mantén la cantidad de información de cada diapositiva al mínimo: no más de 6 líneas como reglas general, con 7 palabras por línea.
El diseño debe ser coherente: fija un tema y un patrón y cúmplelo hasta el final.
TRES: ¡ENFOCA!
Aunque los debates en clase son geniales y sirven para elaborar ideas, las discusiones pueden derivarse en muchas direcciones mientras tanto: todas son importantes y diferentes. Pero esto no es el objetivo de la presentación: cuida muy bien su enfoque y que refleje ideas centrales y clave, sin divagar.
Pensemos en la diapositiva como un esquema, un punto de partida. A partir de la presentación, los debates pueden surgir, pero no durante.
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