“Papa” no es lo mismo que “papá”: unas las comés fritas y el otro te lleva a pasear; decir “Marisa canta” es diferente de decir “Marisa, cantá”: en un caso Marisa ya está cantando y en otro le estás ordenando que lo haga.
Hay que tener cuidado: estas grandes diferencias están dadas por un simple elemento: el acento o tilde. ¿Dónde ubicar el acento para que no cambie el significado de lo que escribimos?
Que trasciendan los discursos.
Hace 2 años
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